A mi ruda lira, los crudos pesares
la inspiran cantares
de triste matiz;
y el alma padece por ti, bien amado,
pues solo a tu lado
se siente feliz.
La flor de mi vida la brisa no agita,
se encuentra marchita
por acree dolor;
tu ausencia sentida su tallo declina,
pues no ilumina
tu lumbre de amor.
¿Por qué, niña amada, la acerba inclemencia
con tanta vehemencia
se ensaña en mí cruel?
¿Por qué, malhadada me robas la calma
brindándole a mi alma
los sorbos de hiel?
Pués sólo a tu lado la pena me deja
la dicha me aqueja,
todo en frenesí;
mas hoy despiadada la suerte inclemente
descaga ferviente
sus iras en mí.
ESTRIBILLO:
Sin ti mi existencia es flor sin aroma,
es viuda paloma,
erial sin confín…
Por eso mi vida, mi bien, mi tesoro,
cantando yo imploro
mi fúnebre fin.
INCLEMENCIA (1906)
Autoria letra: P.P. Fonseca
Fuente: Antología de la Muliza Cerreña (1979) de Rolando Casquero Alcántara p.40